No se ha reconocido a sí misma aún Uruguay en la Justa Mundialista 2022, en el que está en una situación límite, al borde de la eliminación, enfrentada este viernes al fracaso y a Ghana en la última jornada del grupo H, con la victoria como el único resultado válido, incluso pendiente de los goles por los que gane si Corea del Sur hace lo propio ante Portugal, para sentirse a la altura de una historia que no admite la falta de ambición.
Ha sido irreconocible el equipo celeste, discutido como nunca en los once meses de la era Diego Alonso, con un empate a nada contra Corea del Sur (0-0) y una derrota alarmante contra Portugal (2-0), sin salir a ganar de verdad desde el primer minuto y derivado ahora a un partido decisivo contra Ghana, tan expresivamente definitivo como inesperado en las expectativas celestes cuando conoció sus rivales en el sorteo o inició su preparación. Un punto de seis posibles. No hay margen de error. El fiasco lo acecha.
O gana o queda eliminada. No hay términos medios ya para Uruguay. Ni excusas, como advirtió Luis Suárez, entre las turbulencias de los últimos días generadas por las palabras de José María Giménez y Edinson Cavani al término de la derrota ante Portugal que responden a la sensación que ha perseguido a Uruguay en las dos primeras citas del torneo: no ha salido a ganar, no ha sido el de las eliminatorias.
“Confianza plena en los jugadores, sigo creyendo en ellos, en el grupo y en el equipo”, insistió una y otra vez este jueves con ese mensaje Diego Alonso, en el foco de la crítica y en la misión de restablecer la identidad del equipo que construyó en las eliminatorias sudamericanas, que ganó siete de sus nueve partidos, entre esa sufrida fase y los amistosos, con sólo dos goles en contra, hasta que aterrizó en Doha, cuando entró en una duda permanente, con la amenaza de quedarse fuera a la primera. No le ocurre desde Japón y Corea 2022.
A Ghana le basta quizá con el empate, con algún matiz, porque dependerá también, en ese caso, de los goles que logre Corea del Sur si es capaz de vencer a Portugal.
Y seguro que le vale con la victoria, a la que apunta la selección dirigida por Otto Addo, con Thomas Partey, Iñaki Williams -aún busca su primer tanto en el torneo- y Mohammed Kudus, la sensación de la victoria de la anterior jornada que lo ha postulado para la clasificación a octavos.
De fondo, un recuerdo de hace doce años: los cuartos de final de Sudáfrica 2010. Aquella mano para la eternidad de Luis Suárez, cuando evitó un gol sobre la línea en el último minuto de la prórroga. El penalti lo lanzó y lo falló Asamoah Gyan. La posterior tanda de penas máximas la ganó Uruguay. Un acontecimiento de la historia que aún desvela a Ghana, aunque el equipo se aísla de tal hecho. “Es un partido más”, confirma Otto Addo.
“No mira hasta ahí Uruguay, ni siquiera para reflejarse en todo lo que debe ser en un Mundial, cuando en Sudáfrica en 2010 alcanzó las semifinales, cuando Fernando Muslera (ahora el portero suplente de Sergio Rochet), Diego Godín, Martín Cáceres, Luis Suárez y Edinson Cavani iniciaron su aventura en esta competencia que termina en Qatar. Si es ahora o más adelante, con un reconocimiento más justo con ellos, depende de este viernes.
“Necesitamos construir mejor, tener más variantes, ver igualmente lo que el equipo ha producido en el último partido ante Portugal. En la segunda parte fuimos más parecido a lo que somos habitualmente nosotros. Intentaremos parecernos, más allá del sistema, a ese segundo tiempo y acercarnos mucho más a lo que hemos sido en las eliminatorias en algunos pasajes de los partidos”, enfocó Diego Alonso, que recuperará el esquema de cuatro atrás, tras el fallido plan inicial ante el conjunto luso con una línea de cinco.
Y habrá cambios en el once. Aún no está disponible Ronald Araujo, aunque la cercanía de la recuperación ya es perceptible en los entrenamientos, con fases con el grupo, entre la controversia visible entre la Asociación del Fútbol Uruguayo y el Barcelona.
El resto de los efectivos están listos para el desafío de este viernes, con algunas dudas en cada una de las líneas del esquema, a excepción de la portería, que le pertenece a Sergio Rochet.
La defensa desprende, al menos, una incógnita: el central (Diego Godín o Sebastián Coates) que compartirá demarcación con José María Giménez. Al lateral derecho apunta de nuevo Martín Cáceres, suplente ante Portugal, en lugar de Guillermo Varela; al izquierdo, Mathias Olivera, uno de los ocho jugadores que han repetido titularidad en cada uno de los dos primeros encuentros, con la alternativa en esa posición de Matías Viña.
Previsiblemente, Matías Vecino se caerá del medio campo para dotar al equipo de más dinamismo y profundidad por las bandas. Ahí son indiscutibles, por el medio a día de hoy, tanto Rodrigo Bentancur como Fede Valverde, también desfigurado en la comparación de su impresionante curso con el Real Madrid o con la selección en las eliminatorias y su gris estreno en el Mundial, alejado de todo lo que es, quizá por su posición sobre el terreno, quizá por el entorno colectivo o quizá por su propio rendimiento.
Facundo Pellistri, Giorgian de Arrascaeta o Nicolás de la Cruz surgen como opciones para los dos extremos, con la certeza hasta ahora de que ha jugado mejor Uruguay con los dos primeros que sin ellos, tal y como demostraron en su entrada ante Portugal tras el 1-0 en contra, como también hizo Luis Suárez, al que se espera en el once titular, por Edinson Cavani, y al lado de Darwin Núñez, también en una versión por debajo de las expectativas.
Alineaciones probables:
Ghana: Zigi; Lamptey, Amartey, Salisu, Mensah; Kudus, Thomas, Abdul Samed, Jordan Ayew; Andre Ayew, Iñaki Williams.
Uruguay: Rochet; Cáceres, Giménez, Coates, Olivera; Pellistri, Bentancur, Valverde, De Arrascaeta o De la Cruz; Darwin Núñez y Luis Suárez.
Árbitro: Daniel Siebert (Alemania).
Estadio: Al Janoub.
Con información de EFE e imagen de MEXSPORT