La Lega Serie A, en vista de la reforma del Estatuto de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) que se votará el próximo 4 de noviembre en asamblea extraordinaria, pidió al organismo federativo más poder de decisión y una mayor independencia para regir y organizar su competición.
Serie A y FIGC mantienen desde hace tiempo una lucha silenciosa que tiene en la reforma del estatuto actual el principal foco de conflicto.
La Federación, con su presidente Gabriele Gravina a la cabeza, se mantiene firme en que su propuesta de autonomía es más que “coherente”; mientras que la Serie A, con Lorenzo Casini como máximo representante, exige más independencia y más representación en el Consejo Federal.
La modificación del Estatuto actual se debe a la conocida como ‘enmienda Mulè’, norma que prevé una mayor representación de los clubes profesionales en los órganos rectores.
En este sentido, los cambios que presenta Gravina son: pasar de 3 a 4 consejeros federales para la Serie A, cuya representación pasaría del 12 al 18%; la Serie B pasaría del 5% al 6% y la Lega Pro bajaría del 17% al 12%.
De esta manera, el sector profesional tendría el 36% de representación, mejorando el 34% actual.
La propuesta, sin embargo, no convence a la Serie A: “El aumento del número previsto en la propuesta de la FIGC sigue siendo escaso”, declaró Casini este lunes, después de la reunión semanal del Consejo Federal.
Gravina, por su parte, se mantuvo firme y apunta a mantener esta propuesta — que tiene que presentar este miércoles — para la asamblea extraordinaria.
“Hay una mayoría muy amplia que comparte este proceso, mi propuesta agrada a un porcentaje muy alto de delegados. Tengo razones para creer que los clubes de Serie A que han querido y defendido el principio de autonomía, no se arriesgan a perderlo por tener o no un consejero más”, dijo.
Además, destacó que “la autonomía de la Serie A va más allá de la de la Premier y es algo de lo que creo que se habla demasiado poco”.
Entre las peticiones de la Serie A, en lo que a autonomía e independencia se refiere, entre otras, se encuentran las de la autoregulación del calendario, que por el momento pasa por control de la FIGC; así como de posibilidad de intervención en normativas de jugadores extracomunitarios y número de inscripción de jugadores por equipo.
La Serie A tiene, después de que la FIGC presente su propuesta oficial, 48 horas para hacer lo propio con las propuestas de enmienda.
Con información de EFE e imagen de rarrarorro/Depositphotos.com