Histórico triunfo de Sergio Pérez en el GP de Mónaco

Red Bull se repuso de un mal sábado con un gran domingo en Mónaco, donde le ganó la batalla táctica a Ferrari. El mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez reinó en el Principado, en la séptima prueba del Mundial de Fórmula Uno, ante la presión del español Carlos Sainz, que se quedó con sabor agridulce porque llegó a verse con su primera victoria.

Al triunfo de Pérez, el tercero que logra, se sumó el podio de su compañero de filas, el neerlandés Max Verstappen, que amplió a nueve puntos su renta en la clasificación general respecto a Charles Leclerc, quien una vez más se sintió frustrado en ‘casa’.

En Ferrari, Sainz evitó un desastre aun mayor. Su apuesta por los neumáticos de seco en Montecarlo podría haberse visto premiada con el triunfo, pero se encontró al Williams de Nicholas Latifi, según explicó su director de carrera, y perdió unos segundos que le impidieron adelantar a Pérez en una prueba plagada de sobresaltos.

LA ESTRATEGIA DE RED BULL

Pérez entró a boxes en la 17 para calzar intermedios. Firmó una buena parada (2.3 por 2.7 Hamilton). Salió por delante de Russell y Alonso, en quinta posición, y le hizo un ‘undercut’ (adelantar la parada) a Leclerc, que había optado por la vía conservadora y se quedó detrás del mexicano.

Sainz alargó la parada algo más de lo que le sugerían en el equipo y cambió a seco a las 22 vueltas; Leclerc paró acto seguido. Cuando estaba enfilando el camino a boxes le pidieron que siguiera en carrera. Tarde; aunque habrían sido peor. El monegasco, enfadadísimo por radio con su equipo por una mala estrategia tuvo que esperar unas décimas a que su compañero de equipo partiera del pit lane.

Checo también paró de nuevo para poner la misma goma que Sainz, que se situó entre él y Verstappen. Leclerc era cuarto. El madrileño, con neumáticos a temperatura, encimó al tapatío, con susto incluido y una dosis de suerte para no perder el coche.

El del alemán Mick Schumacher fue mayúsculo tras el vigésimo séptimo paso por meta. Perdió el control de su Haas, golpeó la barrera de protección y su monoplaza se partió en dos. El hijo del heptacampeón resultó ileso, pero la carrera tuvo que interrumpirse en la vuelta 30 para reparar la zona dañada del circuito urbano del Principado.

CONTRA EL CRONO TRAS LA SEGUNDA BANDERA ROJA

La carrera se reanudó a falta de 37 vueltas, pero realmente iba a ser contra el crono: 45 minutos por delante hasta cumplir las tres horas.

Red Bull optó por gomas medias; Ferrari, por las duras. El líder hizo un plano en sus neumáticos en los primeros metros y ralentizó la marcha. Le interesaba una carrera lenta pero segura.

Por delante, a falta de once minutos a Pérez se le echó encima Sainz. Los cuatro primeros estaban en un pañuelo. El méxicano se defendió con uñas y dientes y salvó la presión del madrileño para anotarse el triunfo en las calles del Principado.

Ferrari, de nuevo derrotado, está ahora a 36 puntos de Red Bull en el Mundial de constructores; en el de pilotos, Verstappen le saca nueve a Leclerc, este tiene seis de renta con Pérez, y Carlos Sainz marcha quinto a solo un punto de George Russell (Mercedes), que quedó por detrás de los de la bebida energética y los italianos en Mónaco.