Por unanimidad, en el Congreso de Hidalgo, se aprobó el dictamen que prohíbe el castigo corporal o cualquier tipo de trato y castigo humillante, como forma de corrección o disciplina.
La medida está dirigida a quienes ejercen la patria potestad, custodia o tutela o cualquier persona que tenga a su cargo el cuidado y atención de niños.
Con ello, se busca establecer de manera clara y específica, los supuestos en los que los menores puedan ser víctimas de castigos corporales o cualquier trato ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador y de menosprecio.