Continúan en la Ciudad del Vaticano los preparativos para el próximo cónclave papal. Este sábado, los trabajadores completaron la instalación de la tradicional estufa en la Capilla Sixtina, desde la cual se emitirá el simbólico humo que anunciará al mundo si los cardenales han elegido a un nuevo Papa.
La Santa Sede difundió un video que muestra cómo se están adecuando los espacios sagrados para este proceso. Entre las labores destacan la instalación de un falso suelo para nivelar el recinto, la colocación de las mesas donde se escribirán los votos, y una rampa de acceso para facilitar el ingreso de los prelados en silla de ruedas.
Además de los preparativos logísticos, el Vaticano implementa otras medidas de seguridad como la desactivación de todos los sensores electrónicos instalados previamente para proteger los frescos renacentistas de Miguel Ángel, con el objetivo de impedir cualquier posible espionaje o filtración.
Silvio Screpanti, el ingeniero responsable de los trabajos, explicó que en los próximos días se oscurecerán todas las ventanas del Palacio Apostólico que dan hacia la Capilla Sixtina. También se colocarán alrededor de 80 sellos de seguridad para delimitar el perímetro entre la residencia de los cardenales y el lugar de votación, bloqueando cualquier contacto con el mundo exterior.
El viernes, los bomberos fueron vistos en el tejado de la capilla instalando la chimenea por la que saldrá el humo blanco —símbolo de la elección de un nuevo pontífice— o negro, si aún no se ha alcanzado un consenso.
El cónclave comenzará el próximo 7 de mayo.
