Carlos III fue proclamado oficialmente como nuevo rey de Reino Unido y de la Commonwealth.
Durante una ceremonia solemne en el Palacio de Saint James, en Londres, el Consejo de Ascensión anunció y firmó la proclamación del nuevo rey, en sucesión de su madre, la reina Isabel II, quien falleció el jueves pasado a los 96 años y tras más de 70 años al frente de la corona británica.
La ceremonia estuvo dirigida por Penny Mordaunt, líder de la Cámara de los Comunes y Lord presidente del Consejo, que data de 1707 y está integrado por más de 700 personalidades de la realeza, la política, la Iglesia y la judicatura.
Tras la proclamación, al grito de “Dios salve al Rey”, se aprobó el relevo monárquico, que fue firmado por el ahora monarca, el príncipe Guillermo, la reina consorte Camilla, la primera ministra Liz Truss, la líder de los Comunes, Penny Mordaunt y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
En su primer discurso oficial como rey, Carlos III recordó el legado de su madre, cuyo reinado calificó como inigualable en duración, pero también en dedicación. Se comprometió a seguir su ejemplo para mantener el gobierno constitucional y por buscar la paz, la armonía y la prosperidad de los reinos y territorios de la Commonwealth en todo el mundo.
También firmó un juramento de lealtad a la nación y ordenó que el día del funeral de la reina, programado para el lunes 19 de septiembre próximo, será festivo nacional en Inglaterra, Gales y Escocia.
Más tarde, la proclamación también fue leída al público por el actual Rey de Armas de la orden de la Jarretera, David White, desde el balcón del Palacio de Saint James. Estuvo acompañada de salvas de cañón y la interpretación del himno nacional, en el que desde ahora se sustituye el “Dios salve a la reina” por “Dios salve al rey”.
Las proclamaciones se repetirán este domingo en Escocia, Irlanda del Norte y Gales.