Personal de la Guardia Nacional, en coordinación con el Ejército Mexicano, desmantelaron un centro clandestino de distribución de combustible, en Querétaro.
Realizaban patrullajes preventivos y de seguridad, cuando percibieron un fuerte olor característico al combustible en medio de terrenos de cultivo en el municipio de Pedro Escobedo.
Se aseguraron 162 bidones cargados con el combustible y dos mangueras de alta presión de aproximadamente 150 metros de largo cada una, conectadas a los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Para evitar riesgos en la población se activó un operativo de prevención y de seguridad perimetral y se solicitó el apoyo a especialistas de Pemex, para proceder a la inhabilitación de la toma clandestina.