Por: Rocío Brauer
Los chips cerebrales, también conocidos como interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés), son una tecnología emergente con potencial para revolucionar varios aspectos de la vida humana, desde la salud hasta la mejora de las capacidades cognitivas.
Algunos puntos importantes de considerar en cuanto a los principales pros y contras de esta tecnología, van desde beneficios médicos como la restauración de funciones motoras, lo que ayudaría a personas con parálisis a recuperar el control de sus extremidades mediante la conexión directa entre el cerebro y dispositivos externos.
Asimismo puede ser aplicada como tratamiento de enfermedades neurológicas como el Parkinson, la epilepsia y la depresión, resistente a tratamientos convencionales, mediante la estimulación cerebral profunda, además facilitaría la rehabilitación de pacientes después de un accidente cerebrovascular u otras lesiones cerebrales. Incluso personas con discapacidades de comunicación podrían usar BCI’s para expresar ideas y necesidades mediante tecnología asistida.
La mejora cognitiva podría ser un aspecto importante de mencionar mediante el aumento de la memoria, la capacidad de cálculo y otras funciones, lo que beneficiaria tanto en entornos académicos como profesionales.
Al ser una interfaz de la tecnología, permitiría una integración más fluida entre humanos y dispositivos electrónicos, aumentando la eficiencia y personalización del uso mismo de la tecnología.
Algunos de los riesgos médicos y efectos secundarios conllevan:
1.La implantación de chips cerebrales requiere cirugía, lo que podría derivar riesgos de infecciones y otras complicaciones, así como reacciones adversas, es decir, pueden ocurrir efectos secundarios imprevistos como cambios en la personalidad, humor o función cognitiva.
2.Ética y Privacidad de Datos: Riesgo de acceso no autorizado a los datos cerebrales, lo que plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y el uso de la información obtenida, en otras palabras, la posibilidad de que los chips sean utilizados para manipular pensamientos, comportamientos o decisiones, planteando dilemas éticos significativos sobre el control de la mente humana.
3.Accesibilidad y desigualdad o brecha económica, debido a los altos costos de desarrollo, implementación y mantenimiento, lo que podría limitar el acceso a personas de bajos recursos y aumentar las desigualdades sociales. De tal forma esta disparidad social, crea una brecha entre aquellos que pueden permitirse estas tecnologías y aquellos que no, exacerbando las desigualdades en la sociedad.
4.Dependencia y efectos psicológicos: Riesgo de que las personas se vuelvan excesivamente dependientes de estas tecnologías para funciones cotidianas, además del Impacto psicológico, ya que los usuarios podrían experimentar ansiedad, cambios en la auto-percepción y otros efectos psicológicos debido al uso continuado de interfaces cerebro-computadora.
En suma, los chips cerebrales presentan un amplio abanico de oportunidades y desafíos. Si bien tienen el potencial de transformar radicalmente la medicina y mejorar la calidad de vida de muchas personas, también plantean serios riesgos médicos, éticos y sociales. Es crucial que el desarrollo y la implementación de esta tecnología se realicen con un enfoque cuidadoso y ético, evaluando cuidadosamente los posibles beneficios y las repercusiones negativas para garantizar que su uso sea seguro, equitativo y respetuoso con los derechos humanos.
Escucha el episodio completo Chips Cerebrales en iHeartRadio y en AlgoritmoSalud.com – Podcast Salud Digital una producción de Central Media – Agencia de Marketing Digital especializada en salud conducido por Rocío Brauer y Enrique Culebro Karam y síguenos en todas las redes sociales somos @algoritmosalud